Críticos, colegas y público consideran a Shlomo Mintz como uno de los violinistas más importantes de nuestro tiempo, apreciado por su musicalidad impecable, versatilidad estilística e imponente técnica. Es su exitosa y larga carrera de más de 50 años ha tocado y continúa tocando casi cada concierto de violín que se ha escrito.
Nacido en Moscú en 1957, dos años más tarde emigró a Israel con su familia, donde estudió con la renombrada Ilona Feher. A la edad de once años, hizo su debut en un concierto con la Filarmónica de Israel. A los dieciséis, debutó en el Carnegie Hall en un concierto con la Orquesta Sinfónica de Pittsburgh bajo la tutela de Isaac Stern. Desde entonces, ha tocado con las más importantes orquestas y directores del panorama musical internacional, y ha tocado con músicos históricos como Sergiu Celibidache, Pablo Casals, Eugene Ormandy, Claudio Abbado, Lorin Maazel, Mistislav Rostropovich y Carlo Maria Giulini. En la temporada 2012/2013, celebró su 50 Aniversario con la Orquesta Nacional de Francia en concierto conmemorativo en el Teatro de los Campos Elíseos, como director y solista.
Shlomo Mintz ha sido presidente habitual de Jurados en Concursos Internacionales, entre otros, el Concurso Internacional de violín “Wieniawski”, Concurso Internacional de Sion, “Munetsugu Angel” de Japón y el Internacional de Buenos Aires (Argentina) y Director Artístico de numerosos Festivales musicales. Asimismo, imparte clases magistrales por todo el mundo siendo desde 2012 Director Artístico de Crans-Montana Classics en Crans-Montana (Suiza).
Ganador de los más importantes y prestigiosos premios, entre otros el “Premio Internazionale Accademia Musicale Chigiana”, el “Diapason d’Or”, el “Grand Prix du Disque”, el “Gramophone Award” y el “Edison Award”, en 2006 se le concedió el Título Honorario de la Universidad Ben- Gurion en Beersheba, Israel.
Mintz es también co-fundador del proyecto “Violines de la Esperanza”, un proyecto que ambiciona difundir la paz a través de la música y en donde Shlomo Mintz toca en uno de los violines restaurados por el lutier Amnón Weinstein y que fueron encontrados en los campos liberados y guetos vacíos al final de la Segunda Guerra Mundial.